miércoles, 9 de febrero de 2011

Humanidad

El futuro me envuelve, me sacude como a una hoja,
en la madrugada llueve y aquella sombra aun se mueve.
Me quiebro en el instante que es como una cortina de humo,
me lleva la distancia hacia aquel sueño prematuro.
Los muebles quietos, inmoviles en el silencio, sin tiempo,
el viento se duerme en mis oidos sin causa,
me voy lejos pensando en esta luz que aun ilumina
este rincon viejo y acechado por el contorno del encierro.
Resuenan sobre los techos fantasias inquietas,
mi mente se pierde en aquel mar inventado,
se hace refugio de algun naufragio.
Mi almohada es mi hogar incendiado, extraño,
el reloj es una realidad ajena, el espejo un hechizo.
Mi corazon es ya un cuadro colgado
en esa pared de un frio malhumorado,
en la lista de entrada hay un nombre tachado,
es el tuyo, el nombre que me provoca esta debilidad,
esta muerte, este dolor que nos hace humanos.

Escrito por Luna Mendoza

No hay comentarios:

Publicar un comentario