Vuelve

Tenebroso, andante y olvidado...
talvez taciturno...
es este murmullo, este eco en la distancia,
este llamado desesperado...
Su sociego me trae la incertudumbre
arrasadora sobre el silencio...
Besando el aire una sombra se arremolina,
desmayada cae de inciertos intentos...
En la penumbra, atornillada a este espacio,
al misero tiempo, al llamado,
intentando huir me encuentro...
vencida en el reflejo...
Irracional y equivocada se halla la noche
que empuja a la luna de su eje
buscando las estrellas que fueron suyas...
De pronto una señal rasga esta tela
y muy en el fondo, dormido y paciente,
se mese el alma de los sueños
y la voz que me llama reaparece
tranquila y tiernamente me dice:
¡Vuelve pronto, que ya oscurece!

Escrito por Luna Mendoza